Comienza el momento de dejar el miedo al autobronceador. Hace tiempo las fórmulas eran poco estables. El resultado era anaranjado y desigual a lo que deseábamos. Hoy en día los autobronceadores imitan el tono tostado que consigue la piel después de tomar el sol (naturalmente con protección solar) o hacer uso de cabina de rayos UVA.
Si quieres tener un poco de color o conservar el bronceado del verano, comprar un autobronceador es una opción ideal.
Para conseguir un buen resultado es recomendable seguir una serie de pasos:
Existen diferentes formatos de autobronceador. Distinguimos entre crema, mousse, toallitas o espray. El favorito es el mousse debido a su fácil aplicación y su agradable textura.
El componente DHA es el encargado de dar el bronceado a nuestra piel. Es muy importante mirar su porcentaje de concentración para asegurarnos de alcanzar el tono deseado.
Si vas a autobroncearte la cara y no quieres líos, opta directamente por el sérum facial autobronceador de St. Moriz. Uno de los formatos que mejor se adapta. Su aplicación es sencilla. Sólo tienes que mezclarlo con tu crema hidratante favorita.
A la hora de comprar un autbronceador debes considerar diferentes criterios como la parte del cuerpo donde vayas a aplicarlo, el tono, la duración, resistencia al agua…
Los autobronceadores de St. Moriz son un acierto. El autobronceador en mousse puedes encontrarlo en diferentes tonos: medio y oscuro. Además, la gama cuenta con otros formatos como son el sérum autobronceador y el autobronceador en spray.
Si no quedas contenta con el resultado, no te preocupes. También hay productos para retirar el bronceado como la mousse de St. Moriz.
¿Te animas a probarlo o aún tienes miedo?