Esta semana en Vita33 queremos hablaros un poco más sobre los aceites esenciales y sus ventajas en el cuidado de la piel y el cabello. Con un aroma intenso característico, estas sustancias, que se extraen de tejidos vegetales, como flores, hojas, frutos o raíces, hidratan y nutren nuestra dermis; son efectivos regeneradores celulares y proporcionan bienestar terapéutico, además de otros usos, pero hemos de aprender a usarlos correctamente.
Muy utilizados en la actualidad en técnicas de aromaterapia, las virtudes de los aceites esenciales son ampliamente conocidas desde hace siglos. Los antiguos alquimistas llamaban a estos aceites “alma de las plantas” y los usaban con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional. De hecho, el médico griego Hipócrates ya usaba las propiedades de estas sustancias para curar a sus pacientes allá por el siglo V a.C.
¿Y esto a qué se debe? Al conservar la esencia de la planta de forma muy concentrada, los aceites esenciales atraviesan las distintas capas de la piel, acceden a nuestro torrente sanguíneo y se difunden por todo el cuerpo. De esta forma, se aprovechan más sus propiedades.
Cómo usarlos
Al ser sustancias tan concentradas, has de tener en cuenta que no todos se pueden utilizar directamente sobre la piel o el cuero cabelludo, como ocurriría con un aceite vegetal. Por ello, lo mejor para aprovechar sus propiedades fitoterapéuticas es añadir unas gotitas de aceite esencial (o una combinación de ellos), a tu crema hidratante, champú o aceite vegetal.
Extraídos en primera presión en frío, los aceites de Naturcos son puros 100%, lo que les hace mantener todas las propiedades de la esencia del romero, la lavanda, el limón, el eucalipto y la naranja.
Aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda es, quizá, el más conocido por sus múltiples aplicaciones. Es uno de los pocos aceites esenciales que se pueden usar directamente en la piel, sin diluir, aunque para peques mejor diluido al 10% (9 gotas de aceite vegetal y una de aceite esencial).
Una de sus propiedades más características es la de regenerar la piel, por lo que puede ser usado para prevenir arrugas o reparar la piel dañada por heridas o quemaduras o las marcas del acné. Añade unas gotitas a tu crema habitual para potenciar sus beneficios. También se presta muy bien a mezclas con otros aceites.
Aceite esencial de romero
El uso más conocido del aceite esencial de romero es el de aliviar los dolores musculares y de las articulaciones. Pero, seguro que no sabías que también es bueno para retrasar el envejecimiento de la piel; combatir la retención de líquidos; estimular la circulación de la sangre; mitigar el acné y regular la grasa en la piel; fortalecer el cuero cabelludo, estimular el crecimiento del cabello y combatir la caspa.
Tienes varias formas de usarlo. Para aliviar las molestias musculares, puedes diluir unas gotitas de aceite esencial en otros aceite vegetal y verterlas en el agua del baño. También puedes poner una pequeña cantidad en tu champú para estimular el cuero cabelludo o en tu crema corporal para favorecer la circulación. A la hora de irte a dormir, mezcla en la palma de la mano unas gotas de romero con tu crema nutritiva de noche, momento idóneo para que la piel absorba todos los nutrientes mientras duerme. El aporte extra de hidratación ayudará a prevenir el envejecimiento celular.
Aceite esencial de eucalipto
Asociado a los tratamientos para curar resfriados, en el ámbito cosmético el aceite esencial de eucalipto es también un gran aliado para lucir un cabello más sano, brillante y fuerte, ya que estimula los folículos del cabello y del cuero cabelludo para que crezca de una forma saludable. Date un suave masaje una o dos veces a la semana diluido en otro aceite vegetal, como el de almendra dulce, rico en vitaminas E, D, B1, B2, B6 y A que ayudan a fortalecer el cabello.
Además, al igual que el aceite esencial de romero, el de eucalipto alivia los músculos cansados o doloridos. Añade unas gotas a tu aceite hidratante (coco, almendras…). Tendrás la piel sedosa y los músculos descansados, tras un ajetreado día o jornada de ejercicio.
Aceite esencial de limón
El aceite esencial de limón es un buen tratamiento para ayudar a reducir las cicatrices que deja en ocasiones el acné. Para ello, puedes disolver un par de gotas de aceite esencial de limón en diez gotas de otro aceite, como el de jojoba, y aplicarlo en el rostro. Deja reposar un tiempo o toda la noche y enjuaga. Este paso es muy importante porque el aceite esencial del limón ayuda a eliminar las manchas pero es fotosensible, así que nunca lo aplicaremos de día y siempre lavaremos el rostro antes de salir de casa.
También está indicado para prevenir arrugas; tratar manchas en la piel; matizar las pieles grasas por sus propiedades astringentes o combatir la celulitis. Añade, como en los casos anteriores, unas gotitas a tu crema habitual o a tu aceite hidratante corporal.
Otro de los beneficios del aceite esencial de limón está asociado al cuidado del cabello, ya que es usado para tratar problemas de caída del cabello o cueros cabelludos grasos. Aplica unas gotitas directamente en la cabeza con un suave masaje que ayude a que penetre bien el producto. Deja actuar durante 10 minutos y lava tu cabello con normalidad.
Aceite esencial de naranja
Cada vez hay más cosméticos que incorporan la vitamina C en sus composiciones por su alta capacidad para luchar contra los signos del envejecimiento y tratar manchas oscuras, ya que promueve la generación de colágeno.
Por este motivo, el aceite esencial de naranja es muy beneficioso por su poder antioxidante, ya que retrasa los efectos en la piel provocados por la exposición solar y la contaminación. Aplícalo en la piel del rostro combinado con un aceite. Añade unas gotas a otro aceite portador, como árbol del té, coco o jojoba, para preparar tu propio tratamiento antienvejecimiento. O en tu crema antiedad o hidratante.
Es también muy útil para tratar la inflamación provocada en la piel por el acné. Combina unas gotitas de aceite esencial de naranja con aceite de árbol del té y dilúyelo en un aceite vegetal como el de jojoba. Impregna un algodón y ponlo directamente sobre la zona afectada.
Un baño con unas gotitas de aceite de naranja favorece la acción diurética y ayuda a eliminar toxinas (si no eres partidaria de llenar la bañera, añade unas gotitas a tu gel de ducha). Aplicado en masaje con aceite jojoba o en una crema anticelulítica ayuda a combatir la retención de líquidos y a estimular el sistema linfático para eliminar toxinas del cuerpo.
Tanto en usos de aromaterapia o terapéuticos, como en tratamientos cosméticos, los aceites esenciales aportan a nuestro cuerpo los beneficios de la esencia de la naturaleza en estado puro. ¡Disfrutad de la semana!